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domingo, 19 de junio de 2011

QUIEN TIENE UN AMIGO, TIENE UN TESORO (QUE VALE UN POTOSÍ)

Nuestro concepto de la amistad, muchas veces, es un tanto curiosillo. Conocí a una persona que clasificaba a las amistades en dos grandes grupos (imagino que con subgrupos): los amigos de verdad y los amigos para jijiji. Lo que pasa es que, a veces, los amigos de verdad también sirven para jijiji y, generalmente, los amigos que solo sirven para jijiji no son amigos, son conocidos (en inglés, acquaintances, que suena bastante más certero como palabra, aunque se te lengua la trabe cuando lo intentes pronunciar).

Imagen rescatada de blogdecomics.com. De Ermigue.
Espero que no le importe que la use para ilustrar el concepto. 
Tener conocidos está muy bien. Sirven tanto para un roto como para un descosido. Te “sacan de paseo”, te hacen reír, les ves de vez en cuando y bueno, si los pierdes porque no coincidís en el tiempo y el espacio… no pasa gran cosa. Algunos conocidos, con el paso del tiempo y esas cosillas, pueden convertirse en algo más que conocidos. Otros, se pierden en lontananza. Otros, van y vienen, como las olas del mar.

Los amigos de verdad están casi siempre rondando en tu vida, aunque no lo parezca. También te sacan de paseo, te hacen reír y les ves de vez en cuando… pero también te han visto llorar, con los ojos como dos tomates cherry y el rimmel churretoso por las mejillas. Han aguantado tus largas peroratas, tus penitas del corazón, tus tontadas e, incluso, alguna salida de tono. Da lo mismo si no se acuerdan del día de tu cumpleaños (aunque, generalmente, no se olvidan) ni que no los veas en seis meses seguidos. Cuando los vuelves a ver, te inunda la mejor sensación del mundo (después de… de que te toque el bote de la primitiva). A veces, te entran ganas de darles tal abrazo que se les salga, del apretujón, el alma por las orejas. A veces, sabes que no es que les debas la vida (eso se lo debes a tus padres y, en todo caso, al señor que te sacó del mar cuando te estabas ahogando, por ejemplo), es que la vida, sin ellos, no es lo mismo. Es algo difícil de explicar.

En Facebook, la gente parece que haga una carrera, a ver quién tiene más amigos. Agregas hasta al tato y eso que al 90% nunca los ves más allá del muro. ¿Qué porcentaje de esos amigos lo son realmente? Igual a tus AMIGOS ni siquiera los tienes fichados en Facebook. Pero, bueno, es porque utilizamos mal la palabra. En Facebook, la mayoría de esas personas que tienes en la lista de la izquierda de tu perfil son una amalgama de amigos, conocidos, familiares y diversos, tu círculo social. Que está muy bien, oiga. Que es genial y, la verdad, yo a muchas de esas personas, por un motivo u otro, les tengo mucho aprecio.

Este artículillo de hoy es una excusa para dar las gracias. Las personas a las que va dirigido ya lo saben. Saben lo mucho que las quiero. Pero que lo sepan nunca es suficiente. y NUNCA se dice suficientes veces.

2 comentarios:

  1. Buena reflexión sobre el concepto "amistad".
    Recuerdo de hace un monton de años, una serie de "dibujos" de una pareja de "niños" que se pusieron de moda y que acuñaban frases del estilo... "amar es no tener que decir nunca, lo siento".
    Pues bien, tu escrito me ha recordado esas frases y yo añadiria..."ser amigo significa no tener que decir nunca gracias".
    Besotes

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  2. Pero nunca está de más decir gracias, ni dar un abrazo y decirle a la gente lo mucho que la quieres ;)

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