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viernes, 29 de octubre de 2010

CON LA CASTAÑADA LLEGÓ EL CAMBIO HORARIO Y…. JACK O’LANTERN

Pues sí, parece ser que este fin de semana toca atrasar las manecillas del reloj para ponernos en horario invernal. Como todos los años desde que tengo raciocinio (o lo que sea que tengo en su lugar). Este año, sin embargo, ese cambio llega en mitad de la Castañada, a ritmo de Halloween.
Mañana, a las tres de la madrugada serán las dos. Nos regalan una hora de sueño, esa que en verano nos quitan y nos da tanta rabia. Que te levantas a las nueve, pensando que es la mar de pronto y, pataplaf, resulta que son las diez y entre que te duchas, desayunas y te vistes… has perdido toda la mañana.
Fijaros que ese cambio horario siempre lo hacen en fin de semana. Normal. Con lo despistados que somos la mayoría, si lo hicieran un lunes o era puntual el tato o llegábamos todos al curro (los que aún curramos) cuando aún no habían puesto las calles.
Yo llevo fatal este tema porque nunca me acuerdo. Mi madre acostumbraba a llamarle por teléfono el día antes para avisarme, porque ya me conocía. Ahora ya no puede hacerlo, así que no me toca otra que acordarme. Claro que no me levanto a las tres de la madrugada para retrasar las manecillas. Ya tengo tiempo al levantarme, y para controlar que todos los relojes de la casa, móviles y demás aparatos que incorporen este gadget estén en hora. Lo único que me fastidia de esto es que por la tarde, cuando sales de trabajar, parece ya que tengas que irte directamente a dormir. Es ya de noche. El día 2 de noviembre, primer día laboral después del cambio, el sol se pondrá a las 17,45 h.
Como dato curioso al respecto, apuntar que se viene haciendo desde la Primera Guerra Mundial y que fue un invento de los aliados a fin de ahorrar en la posguerra. España se unió a la iniciativa en 1919.

Tienen buenas pinta estos panellets
Es curioso eso de que se mezclen aleatoriamente tradiciones religiosas y paganas como lo son Tots Sants (o Todos los Santos) y Halloween. A los que les va de perlas este curioso matrimonio festivo es a los del gremio de pastelería. Según cifras del diario gratuito “Que!”, basadas en las del Gremi de Pastisseria de Barcelona,  se venderán unos 690 mil kilos de panellets. Son muchos kilos. Y más de 2 mil toneladas de castañas, procedentes sobre todo de Galicia terminarán en nuestros estómagos. De los boniatos no constan cifras, pobres tubérculos que son ninguneados. Las calabazas también tienen su protagonismo. Yo ya tengo una esperando pacientemente que comience a vaciarla y cortarla.
Aparte el tema gastronómico, este fin de semana será terrorífico. Porqué seguro que vamos a tropezarnos con un buen puñado de gente disfrazada de cualquier cosa que de miedo. Según leo, además del ya popular fin de semana del terror en Port Aventura, en Barcelona preparan tanto fiestas tradicionales y bailes como túneles del terror. Con el tirón de los de Crepúsculo, me parece que vamos a ver mucho vampiro suelto. Fantasmas, también. Pero de esos vemos, prácticamente, todos los días.
Y bueno, el día 1 tendremos el ya habitual desfile hacia los cementerios. Un día en el que los tranquilos camposantos se convierten en un hervidero de gente cargando ramos de flores. En algunos cementerios, como en el de Poblenou y Les Corts, incluso habrá música en directo. Pero no, no estarán los Smashing Pumpinks amenizando el cotarro. Más bien se escucharán piezas como “El cant dels Ocells”, las “Paraules d’amor” de Serrat y afines. En el cementerio de Sitges y el de Vilanova habrá rutas guiadas en los cementerios (modernistas) para visitar las tumbas de los indianos allí enterrados.

Si este fin de semana no habéis hecho aún planes, no os va a costar encontrar cosas qué hacer. El sábado, taller de panellets en el Museu de Xocolata. El domingo, muestra de calabazas en Sabadell. Por poner un par de ejemplos que tengo aquí a la vista.

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